Nacemos para amar. Y para ser amados. El amor no es un capricho ni un lujo. Por lo contrario es algo central para la supervivencia de nuestra especie. La naturaleza ha previsto que las madres se enamoren de sus bebés desde el nacimiento y que sea este amor el que modele el crecimiento de la criatura.

Ibone Olza, Psiquiatra infantil y perinatal Española

Es durante las primeras experiencias de la vida…. la concepción, embarazo, nacimiento y primeros meses…. que los seres humanos nos formamos, en cuerpo mente y espirito. No es cierto que los bebés no sienten nada (como nos han dicho desde hace un siglo), es todo lo contrario. Con una profunda sensibilidad y vulnerabilidad venimos al mundo para crear lazos amorosos, seguros, de confianza plena.

Sin embargo, el maltrato tanto a las madres como a los bebés es una realidad diaria en los centros medicos a tal punto que sea considerado completamente normal y necesario. La mayoría de los/las que ahora somos adultos/as hemos sufrido en mayor o menor medida al nacer, y ya comprendemos cómo estos infortunios nos han limitado en nuestras vidas y relaciones. Las secuelas de las experiencias dolorosas en la infancia, según multiples investigaciones, es enfermedad tanto física como mental y emocional luego en la vida.

Mamasol ha trabajado durante 20 años para conscientizar tanto el personal de salud como las familias gestantes de las necesidades primordiales de las mamás y bebés, y la necesidad de eliminar las prácticas médicas nocivas (como la episiotomía, acelerar el parto con pitocin, la inducción, la posición acostada, el ayuno, el kristeller,etc.) y la implementación de prácticas beneficiosos como es el acompañamiento, la libertad de movimiento, y el respeto a los tiempos naturales, el consentimiento informado y el conforte.

Nuestra vision es un mundo donde tanto las mamás como las/os bebés sean respetados/as y honrados/as en los hospitales y las mujeres protagonizen sus procesos de embarazo y parto y creen apegos seguros con sus bebés. La participación consciente e informada de las mujeres en la creación de su salud, y la sinergia de las potencialidades de las mujeres y los profesionales en salud son factores elementales para un nacimiento respetado.